domingo, 17 de junio de 2018

Sangüesa/Zangoza - Monreal/Elo

Esta etapa es la penúltima del ramal aragonés del Camino Francés. Para hacerla, hay dos alternativas: una oficial y otra no oficial por la Foz de Lumbier.

Confieso que solo conozco la variante no oficial, pero puedo informar de los pros y contras de cada una de ellas:

  • El recorrido oficial es más corto (27,2 km, frente a los 32,3 de la variante), más tranquilo por no estar urbanizado y no tiene apenas asfalto.
  • La variante de la Foz de Lumbier es más larga y tiene mucho asfalto, pero se puede disfrutar de un espectacular paisaje.
  • Con el recorrido oficial hay 18 km sin servicios, mientras que en la variante hay más sitios para avituallarse, en concreto, en un área de servicio a los pocos kilómetros de comenzar la etapa y en Lumbier.
Las dos rutas se juntan poco antes de Izco, el segundo pueblo intermedio de la ruta oficial.

Después de salir del albergue, nos despedimos de la maravillosa iglesia de Santa María la Real y del río Aragón, que cruzamos por un puente metálico de finales del s. XIX que, infelizmente, como os comenté, lo colocaron frente a la iglesia, no teniendo las autoridades ninguna intención de proteger la iglesia de la contaminación que produce el tráfico rodado.



Después de cruzar el puente, se gira a la derecha y se andan unos 600 metros junto a la carretera. A partir de aquí hay que tomar la elección entre el camino oficial y el no oficial, que se juntan a unos 10 km de la meta.

Como os he dicho, solo conozco esta variante, de la que solo destacaría dos cosas. En primer lugar, la Foz de Lumbier, que es un precioso desfiladero formado por el río Irati. Se trata de una vía verde de unos 6 km por la que transcurrió antaño el ferrocarril y que cuenta con una importante colonia de buitres. Recorrerla es una auténtica delicia.




En segundo lugar, recomiendo hacer una pausa de avituallamiento en Lumbier y visitar su iglesia gótica, que cuenta con un interesante retablo barroco.



Saliendo de Lumbier, los kilómetros que distan hasta el encuentro con la ruta oficial pueden ser algo desmoralizadores por el asfalto.

Una vez que volvemos al camino oficial, pasamos por tres pequeños núcleos habitados -Izco, Abinzano y Salinas de Ibargoiti-, aunque no es necesario entrar al tercero de ellos.

El paisaje es un tanto monótono, entre pistas agrarias, exceptuando los últimos 3 km, en los que nos adentramos en un agradable robledal.

La entrada a Monreal se realiza cruzando un bonito puente medieval de dos arcos sobre el río Elorz.


Monreal es una agradable villa de algo menos de 500 habitantes, aunque tiene el inconveniente de tener algunas cuestas. Su nombre deriva de Monte Real, aunque se desconoce el origen exacto de su nombre, sobre lo que hay más de una hipótesis.

Además del puente, también es recomendable pasear por sus calles y entrar en su iglesia.




Saludos cordiales y buen camino,