- Tanto Agés como San Juan Ortega son dos aldeas bonitas y cuentan con una amplia oferta de camas. Creo que son más bonitas las casas de Agés, pero la gran plaza de San Juan de Ortega en donde está su iglesia, es estupenda. Empate.
- La iglesia de San Juan Ortega es mucho más bonita, especialmente por dentro, aunque la de Agés no es fea y tiene una elegante espadaña.
- Para los peregrinos religiosos, en San Juan Ortega hay misa y bendición de peregrinos.
- En San Juan Ortega hay una entrañable tradición de obsequiar a los peregrinos con sopas de ajo después de la misa de peregrinos.
- Agés, además de ser un pueblo muy bonito, está unos 4 km más cerca de Burgos.
En los 24 km que hay entre
Belorado y San Juan Ortega hay 4 pueblos intermedios, pero todos están en la
primera mitad de la etapa, lo que hay que tener en cuenta a la hora de
aprovisionarse de comida y bebida.
Se sale de Belorado atravesando
un puente medieval sobre el río Tirón y, por un agradable tramo con vegetación
en los bordes, llegamos a Tosantos. Los
que pernoctan aquí (yo lo hice una vez), pueden disfrutar de una excursión
organizada a una curiosa y muy interesante ermita rupestre excavada en la
montaña.
El siguiente pueblo, Villambistia, está a unos 2 km de
Tosantos y, según una leyenda, se puede acabar el cansancio refrescándose la
cabeza en su fuente de cuatro caños.
Del siguiente pueblo, Espinosa del Camino, las guías suelen
decir que su iglesia tiene un buen retablo barroco, aunque las tres veces que
he pasado por ahí la he pillado cerrada, por lo que no puedo opinar. Saliendo
del pueblo, hay unas ruinas de una iglesia visigótica, en donde se dice que
estuvo enterrado el fundador de Burgos, el Conde Diego Rodríguez Porcelos.
Pocos kilómetros después llegamos
a Villafranca Montes de Oca, un
pueblo en el que es necesario parar porque en los 12 km siguientes no hay
pueblos intermedios. Si entramos a su iglesia neoclásica, llamará la atención
una vieira gigante que es en realidad una pila bautismal traída de Filipinas.
Frente a la iglesia, hay un antiguo hospital de peregrinos que llegó a ser uno
de los mejores del Camino, pues fue fundado por la reina consorte Dña. Juana,
mujer de Enrique II.
A partir de ahí, se entra en un
oasis de 6 km de subida no muy pronunciada y otros 6 km de descenso casi
imperceptible. La primera parte del oasis es un bosque de árboles autóctonos de
hoja caduca, mientras que la segunda parte es un pinar. Lo más llamativo de
este agradabilísimo paseo son unos miradores sobre la Sierra de la Demanda y un
monumento a asesinados en 1936 tras el golpe de estado, Justo en ese lugar está
el fotogénico tobogán o “V”: una fuerte bajada seguida de una fuerte pero corta
subida, tras la que es costumbre fotografiarse.
Ya en San Juan de Ortega, que debe su nombre a un ermitaño constructor
discípulo de Santo Domingo de la Calzada, la vida gira en torno a una amplia
plaza desde la que se puede disfrutar de su santuario que, siendo bonito por
fuera, lo es más por dentro. Lo más destacable es la tumba del santo y, sobre
todo, un ostentoso sepulcro de mármol.
Otro atractivo de San Juan Ortega
es el milagro de la luz, que tiene lugar en los dos equinoccios. Consiste en
que, si el tiempo lo permite, un rayo de sol ilumina durante unos 10 minutos un
capitel con escenas de la Visitación, la Anunciación y la Natividad.
Si se decide continuar, tras
andar 4 km escasos por el bosque llegamos a Agés que, pese a ser una aldea, organiza visitas guiadas que, como
de costumbre, recomiendo. Lo mejor de este pueblo es su arquitectura popular
con traviesas de madera y un pequeño puente medieval que, aunque no es
especialmente bonito, sí es histórico, pues se atribuye su construcción a San
Juan de Ortega.
Saludos cordiales y buen Camino,
Gracias por tus comentarios. Parece que de las dos opciones te decides por terminar en San Juan de Ortega.
ResponderEliminarNo exactamente. Cualquiera de las dos opciones es buena. Agés es un pueblo muy bonito y está más cerca de Burgos, que también es un motivo de peso para dormir en Agés.
ResponderEliminarTambién es relativo, a la gente que pase de las bendiciones a los peregrinos, les será indiferente que haya o no en San Juan de Ortega.
Creo que lo mejor es improvisar.
Gracias por tus consejos
ResponderEliminarMe ha gustado tu blog.