Por lo general, lo más ingrato
del Camino suele ser las entradas y salidas de ciudades, aunque hay excepciones
y, de las etapas que he hecho, puedo decir que son muy agradables las salidas
de Burgos y, sobre todo, de San Sebastián y de Vitoria (quizás me deje algunas,
pero no puedo opinar por desconocimiento), ciudad de la que hablamos en otra entrada.
Si se ha dormido en el albergue
del Casco Histórico, la etapa comienza con un agradable paseo matutino por la
parte antigua hasta llegar a la céntrica Plaza de la Virgen Blanca.
A partir de ahí, hay que recorrer
un delicioso paseo arbolado de unos 3,5 km hasta abandonar la ciudad. Se
comienza por el parque de La Florida, del s. XIX, más bien pequeñito pero que,
en una publicación de este año, figuraba entre los 10 parques urbanos más
bonitos de España. Ahí está el Parlamento Vasco, aunque es un edificio que no
tiene nada especial y prefiero poner otras fotos.
Haciendo un pequeño inciso, si alguien visita Vitoria en diciembre podrá disfrutar en este parque del Belén más monumental de Europa y, quizás, del mundo, como puede verse en este vídeo.
Se continúa por el paseo de la
Senda y por el paseo de Fray Francisco, dedicado al famoso monje dominico
Francisco de Vitoria, fundador del Derecho Internacional, que tiene un busto en una rotonda. En este paseo hay
edificios preciosos como el palacio de Ajuria Enea –antiguo museo y actual
residencia del Lehendakari (Presidente) del Gobierno Vasco– o el Museo de
Bellas Artes, entre otros y, no muy lejos de ahí, una casa en la que, al parecer,
pernoctó Napoleón durante la Guerra de Independencia, aunque algunos
historiadores locales lo ponen en cuestión y defienden que durmió en un palacio
del centro histórico.
Continuando por este gran paseo
arbolado, que pasa a cambiar de nombre en dos ocasiones (Paseo de Cervantes y
Paseo del Santo), veremos el estadio de Mendizorrotza y, casi al final, una
estatua de San Prudencio, patrón de Álava y, tras ella, en una verde campa, una
bonita basílica románica del s. XII.
Cerca de ahí salimos de Vitoria
y, por una carretera local de escasísimo tráfico, atravesamos los pequeños
pueblos de Gometxa y Subijana de Álava. Una vez salgamos de
este pueblo, hay que subir un monte arbolado no muy exigente, por donde el
Camino se solapa con un GR de senderismo. Tras descender ese monte, atravesamos
el pueblo de Villanueva de Oca y,
cruzando el río Zadorra, entramos en la meta.
Conocí La Puebla de Arganzón cuando hice esta etapa del Camino y, para mí,
resultó una sorpresa muy agradable. Es un bonito pueblo de traza medieval con
un puente medieval, casas blasonadas y una esbelta iglesia gótica catalogada como Bien de Interés Cultural que guarda en
su interior un espectacular retablo plateresco del s. XVI.
Saludos cordiales y buen Camino,
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