sábado, 22 de octubre de 2016

San Juan de Ortega (o Agés) - Burgos (I)



Si se sale de Agés, no hay que andar mucho para, siguiendo una carretera local con escaso tráfico, llega a Atapuerca, situado cerca de unos famosos yacimientos prehistóricos declarados Patrimonio de la Humanidad. Para los amantes de la historia, en sus alrededores tuvo lugar en 1154 una batalla entre las tropas de García de Navarra y Fernando I de Castilla, ganada por este último. Este hecho se recrea todos los años en torno al 20 de agosto, en la Semana Medieval de Atapuerca.

Saliendo de Atapuerca, se sube una tachuela desde la que se divisa Burgos y se desciende atravesando los tranquilos pueblos de Orbaneja-Ríopico y Cardeñuela Ríopico.


Aunque el objetivo de este blog es informar de los encantos, historia y leyendas de las distintas etapas del Camino y no competir con las excelentes guías del Camino, sino complementarlas, por esta vez quiero advertir que hay un punto en el que hay que elegir entre dos variantes. La opción buena es girar a la izquierda bordeando el aeropuerto, pues la variante que va recta atraviesa un horrible y ruidoso polígono industrial.

Si se ha elegido la opción correcta, se llega a un pueblo llamado Castañares, ubicado al lado de la ruidosa carretera N-110. Aunque el recorrido oficial es seguir esta carretera por otra pesadilla de polígono industrial, hay una variante no histórica que cada vez es más seguida por los peregrinos y que no entusiasma a los más puristas: cruzar el río Arlanzón y, por poco más de un kilómetro de propina, entrar en Burgos por un delicioso parque con árboles, paseos, carriles para bicicletas e incluso una playa fluvial. 



Si se sigue esta maravillosa alternativa heterodoxa, entrando en Burgos es muy recomendable visitar la cercana Cartuja de Miraflores, que tiene en su interior mucha historia y obras de arte como, entre otras, un magnífico retablo mayor, el precioso sepulcro de alabastro de Juan II de Castilla e Isabel de Portugal y una talla barroca de San Bruno –obra de Manuel Pereira– de la que se dice que no habla porque es cartujo. 






Seguiré hablando de Burgos en otra entrada, que se lo merece.

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