sábado, 24 de diciembre de 2016

Ponferrada - Villafranca del Bierzo (II)

Como dije anteriormente, Villafranca del Bierzo, final de la décima etapa del Codex Calixtinus, se merece una entrada monográfica, aunque, como he dicho en otras entradas, mis apuntes no pretenden sustituir a la Oficina de Turismo, que siempre recomiendo visitar. Su centro histórico está declarado Conjunto Histórico-Artístico y tiene 5 monumentos catalogados como Bien de Interés Cultural. Además, tiene piscina fluvial en el río Burbia, uno de los dos ríos de esta localidad.



Domenico Laffi escribió en el s. XVII que “este es un enclave precioso en una hondonada entre cuatro montañas altísimas… Tiene muchos conventos, tanto de frailes como de monjas, una gran plaza y casas bellísimas”.

Entrando por el Camino, el primer monumento que nos recibe es la iglesia de Santiago. En su fachada norte está la Puerta del Perdón, que solo se abre los años jacobeos. Durante siglos, los peregrinos enfermos o lesionados que no podían llegar a Compostela, obtenían el jubileo entrando por esta puerta, motivo por el que se conoce a Villafranca como “Pequeña Compostela”.




Pocos metros después tenemos otro edificio notable: el castillo-palacio de los Marqueses de Villafranca, del s. XV.


Desde la Plaza Mayor se ven las torres de la iglesia de San Francisco, a la que se accede subiendo unas cuantas escaleras. Según una tradición, este templo fue fundado por San Francisco de Asís cuando peregrinó a Santiago en 1214, aunque quizás sea más fiable la tradición que atribuye su fundación a la reina Urraca de León en 1213.



Este templo tiene perfil gótico y portada románica. Entre otros, en él está enterrado el escritor del Romanticismo Enrique Gil y Carrasco (1815-1846). Su interior tiene un interesante retablo churrigueresco de Juan de Flandes, aunque lo mejor que tiene es su artesonado de madera policromada, decorado con motivos vegetales y heráldicos.



Quizás el edificio más representativo de Villafranca sea San Nicolás el Real, un imponente edificio del s. XVII construido por la Compañía de Jesús, aunque en la actualidad pertenece a los Padres Paúles. Recomiendo no conformarse con verlo desde abajo y subir a ver su iglesia y el Museo de Ciencias Naturales que alberga.



Otro edificio notable es la Colegiata de Santa María de Cluny, diseñada, para variar, por Rodrigo Gil de Hontañón. Ubicado en un bonito jardín de estilo francés llamado La Alameda, es un edificio renacentista de piedra con la peculiaridad de tener las bóvedas y la cúpula de pizarra. Su interior tiene interesantes retablos, esculturas y pasos de Semana Santa, pero lo que más llama su atención es su recargado coro rococó y la variedad de cúpulas, que hacen de este templo un sitio ideal para una clase de arte.



Para ir acabando, quiero recomendar el Convento de la Anunciada y la preciosa Calle del Agua, que tiene una buena muestra de palacios de estilo genovés –uno de los cuales es la casa natal de Gil y Carrasco– y el Convento de San José.





Aunque es imprescindible recorrerla, quiero decir que me parece terrible que una calle con tanto patrimonio histórico y artístico no esté peatonalizada. Es quizás el único pero que pondría a esta preciosa localidad.

Saludos cordiales, buen Camino y Feliz Navidad,  

1 comentario:

  1. Graciñas por esta invitación a peregrinos e visitantes. Como natural da vila do Burbia poderíamos aínda dicir muito acerca do seu patrimonio natural, cultural, etnográfico máis alá do histórico e artístico, pero gustoume esta descrición.

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