sábado, 17 de diciembre de 2016

Rabanal del Camino - Molinaseca o Ponferrada (I)

Al igual que en otras ocasiones, me resulta muy difícil recomendar un final de etapa. He pernoctado en Molinaseca y en Ponferrada y ambas son magníficas opciones y, si no hay inconveniente en andar por la tarde, es posible una opción intermedia que es comer con tranquilidad en Molinaseca y dormir en Ponferrada.

En mi opinión, hay etapas que tienen paisaje más bonito y etapas con más y mejor patrimonio, pero la combinación de un bonito paisaje con preciosas aldeas de montaña y un estupendo final en Molinaseca o Ponferrada, hace que sea mi etapa favorita.

Si se ha pernoctado en Rabanal, se comienza la etapa subiendo un puertecito entre arbustos durante unos 5 km para llegar a Foncebadón, un pueblo en estado ruinoso que, si lo arreglasen, podría ser una pocholada, pero no parece interesar mucho a los gestores públicos. En su favor hay que decir que hay buen ambiente peregrino.



Es posible que en esta localidad tuviese un concilio que tuvo lugar en el s. X para tratar de los robos y asesinatos, aunque no es seguro del todo. Lo que sabemos es que tuvo lugar en el Monte Irago, que es como se conocía entonces a lo que hoy se llama Puerto de Foncebadón.

Continuamos andando unos kilómetros en una cuesta arriba casi imperceptible para llegar a la Cruz de Ferro, uno de los hitos del Camino por tres motivos: por ser el límite entre las comarcas de La Maragatería y El Bierzo, por ser el techo del Camino y por el conocido rito de arrojar una piedra al montículo de piedras que hay bajo la cruz.



Al parecer, esta costumbre se realizaba en honor de Mercurio, pero un eremita llamado Gaucelmo la cristianizó y simboliza la solidaridad entre los caminantes de todas las épocas.

La comarca de El Bierzo suele sorprender gratamente a los que la visitan por primera vez por varias razones: por su bonito paisaje, más parecido al de Galicia que al de Castilla y León (habría que matizarlo en el caso de los viñedos), por su bonita arquitectura popular, de la que enseguida hablaré y, por su patrimonio cultural e histórico, más rico de lo que se suele esperar.

Tras unos pocos kilómetros de sube-baja, llegamos a Manjarín, una aldea abandonada que también es un hito del Camino gracias a Tomás. Es mucho lo que podría decir de este hombre bondadoso amigo de los peregrinos, así que, para no enrollarme, pongo un vídeo (hay más en la red) y un enlace. Actualmente, frecuenta menos su fundación a causa de un problema cardiaco, pero siempre hay templarios y es un buen lugar para tomar un café y disfrutar de una agradable conversación con buena música de fondo con los que continúan su obra.

Se reconoce el lugar por los carteles que indican la distancia a Santiago y a muchos otros lugares: Trento, Machu Pichu, etc.






Desde Manjarín hasta Molinaseca toda la etapa es en continuo descenso y con un magnífico paisaje. Después de 8 kilómetros de bajada está El Acebo, una preciosa aldea de montaña con la típica arquitectura berciana: tejados de pizarra, pared de piedra y balcones de madera. Antaño, esta población estaba exenta de impuestos a cambio de colocar 800 estacas que señalasen el camino a los peregrinos.


No muy lejos de ahí, aunque fuera del Camino, hay una ferrería medieval que funciona con agua y está catalogada como Bien de Interés Cultural.

Salimos de El Acebo pasando por un monumento al bicigrino Heinrich Krausse, que falleció en un accidente. Como puede verse, el monumento representa una bicicleta con las ruedas rotas.



Continuando el precioso descenso entre montes llegamos a Riego de Ambrós, otra bonita aldea típicamente berciana, en la que recomiendo echar un vistazo a la iglesia de Santa María Magdalena.



Si el tiempo acompaña, los poco más de 4 kilómetros que quedan hasta Molinaseca son realmente deliciosos, entre plantas aromáticas y castaños. Aunque, cuando se ve la meta o un pueblo intermedio es habitual tener ganas de llegar, esto no me ocurre en este tramo, en el que el paisaje y la visión de los tejados de Molinaseca hacen que desee que no se acabe nunca (exagerando un poco).



Como veo que me he extendido un poco, dejo Molinaseca y Ponferrada para la siguiente entrada.

Saludos cordiales y buen Camino,

No hay comentarios:

Publicar un comentario