domingo, 25 de septiembre de 2016

Logroño - Nájera

Como dijimos en la anterior entrada del Camino Francés, se entra a Logroño por el puente de piedra, cuya construcción se atribuye a San Juan Ortega -del que hablaré en otra entrada-, aunque fue completamente reformado en el s. XIX. No muy lejos de Logroño está el lugar en el que supuestamente tuvo lugar la Batalla de Clavijo, en la que se apareció el apóstol Santiago en un caballo blanco, dando lugar a la iconografía de Santiago Matamoros. Hoy se sabe que esa batalla nunca tuvo lugar y, evidentemente, también es falsa esa blasfemia que convierte al pobre Santiago en un violento guerrero.

Logroño es una ciudad que suele gustar a los peregrinos, sobre todo por el gran ambiente del que se puede disfrutar en algunas de sus calles peatonales como Portales o Laurel, aunque el lugar más emblemático es el Espolón, una gran plaza con parterres, quiosco y un famoso monumento al General Espartero que da lugar a un famoso dicho: "tienes los cojones como el caballo de Espartero".



Para los amantes del arte, Logroño tiene varios edificios catalogados como Bien de Interés Cultural. Sin perjuicio de lo que con buen criterio os puedan indicar en la Oficina de Turismo, os voy a enseñar cuatro lugares. En primer y principal lugar, la Concatedral de la Redonda, que es rectangular y destacan sus dos grandes torres y su portada que, a los que vengan andando, les recordará la de la iglesia de Viana, en la que se inspira. En su interior, lo más destacable es un cuadro de Miguel Ángel.

Alguien se preguntará: ¿por qué se le llama "La Redonda" si es rectangular? Respuesta: porque anteriormente había una iglesia románica redonda que fue demolida en el s. XVI para hacer la actual concatedral (entonces basílica), pero la gente siguió llamándole "La Redonda" hasta la actualidad.



Otros lugares de interés son la iglesia de San Bartolomé -que tiene una portada con una riquísima decoración escultórica, aunque muy deteriorada por la mala calidad de la roca caliza- y, como curiosidad, un juego de la oca con lugares del Camino esculpido en la Plaza de Santiago. A los que les guste la arquitectura contemporánea probablemente les guste el moderno Ayuntamiento, del arquitecto Rafael Moneo.



Volviendo al Camino, la etapa que recomiendo tiene unos 29 km, pero no muy duros, pues solo hay que subir un par de tachuelas. Se sale de Logroño por un parque que nos lleva al entorno natural del embalse de la Grajera, un agradabilísimo oasis arbolado con un área recreativa y en el que suele estar presente Marcelino, un buen hombre que obsequia a los peregrinos con algo de comer.

El primer y único pueblo intermedio (salvo que queramos desviarnos), situado a unos 11,5 km de Logroño, es Navarrete, una agradable localidad declarada Conjunto Histórico Artístico que tiene dos grandes tesoros. En primer lugar, su iglesia renacentista de Santa María de la Asunción. Es bonita por fuera, pero lo mejor es el fastuoso retablo barroco de su interior, del que no voy a comentar nada porque una imagen vale más que mil palabras.



Su segundo gran tesoro es el cementerio, situado a las afueras del pueblo y que despide cordialmente a los peregrinos. Su acceso, que llama la atención, es la portada y unos ventanales de una ermita que, ante su estado de ruina, se decidió reciclarla trasladándola al cementerio. Conviene acercarse a la puerta para admirar la decoración de sus arquivoltas y capiteles.



A partir de aquí, quedan algo más de 17 km sin ningún pueblo intermedio, salvo que se quiera hacer un desvío a Sotés o a Ventosa, que cuentan con bares y albergue. Unos 4 km antes de llegar a Nájera, tenemos uno de estos lugares de leyenda: Poyo de Roldán, en donde el legendario personaje mató al gigante Ferragut clavándole la lanza en su único punto débil: su ombligo. No lo dije en su momento pero, en el Palacio de los Reyes de Navarra, que mencioné en esta entrada, representa este hecho en uno de sus capiteles.

En cuanto a Nájera, aunque creo que lo más famoso que tiene es su industria del mueble, pienso que debería ser más conocida por su historia y su arte. Comenzando por su historia, fue capital del Reino de Navarra y, por eso, tiene enterrados a algunos reyes e infantes de Navarra. También tuvo lugar en Nájera una importante batalla entre Pedro I de Castilla (llamado por unos "el Cruel" y por otros "el Justiciero", yo creo que tuvo gran parte de las dos cosas, aunque es discutible si fue más cruel que otros) y su hermano bastardo Enrique de Trastámara. Esta batalla la ganó Pedro I, aunque finalmente perdió la guerra.

Relacionado con su historia, el mes de julio tienen lugar las Cronicas Najerenses, un grandioso espectáculo teatral en el que cientos de actores representan historias y leyendas de Nájera. Están declaradas Bien de Interés Cultural Inmaterial, lo cual dice mucho de su importancia y calidad.

En cuanto al arte, lo mejor que tiene es, sin duda, la iglesia de Santa María la Real. Por fuera no está mal, pero por dentro es un auténtico tesoro, en el que destaca el espectacular Claustro de los Caballeros, de estilo gótico y con todas sus tracerías diferentes y esculpidas como si estuviesen bordadas.


También es espectacular su coro, uno de los más interesantes de España por sus esculturas. Suelen enseñarlo en visitas guiadas a las horas en punto. Y, por supuesto, también tengo que mencionar las múltiples tumbas de reyes e infantes de Navarra y de Don Diego López de Haro, el fundador de Bilbao. Dentro de su iglesia, también llama la atención una cripta, que ha sido uno de los lugares que me ha servido de inspiración para mi novela. Según la leyenda, se trata de una cueva en la que se apareció la Virgen al rey García de Navarra (recordamos que Nájera fue capital de Navarra) y le ordenó que se construyera este edificio.



Saludos cordiales y buen Camino,

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