sábado, 5 de noviembre de 2016

Burgos - Hornillos del Camino (u Hontanas)

Desgraciadamente, muchos caminantes (no digo peregrinos porque una cosa es hacer el Camino de Santiago y otra muy distinta ir a Santiago andando) toman en Burgos un autobús a León pensando equivocadamente que en Castilla no hay nada para ver. Hacer eso es un insulto al Camino, al arte y a la historia, por lo que no tomo en consideración esa aberración.

Si se ha pernoctado en Burgos, los finales de etapa más frecuentes son Hornillos del Camino u Hontanas. El primero está a unos 20 km de Burgos y, el segundo, a unos 31. Si alguien empieza el Camino en Burgos le recomiendo la primera opción, pues no es aconsejable hacer 31 km el primer día. A los que están ya rodados, les doy algo de información sobre cada final de etapa:
  • En cuestión de belleza hay empate técnico, pues tanto Hornillos como Hontanas son dos bonitas aldeas rústicas.
  • Si se tiene la agenda apretada, durmiendo en Hontanas se ahorra un día.
  • A los que prefieren tomarse la tarde para descansar en vez de ver monumentos, les recomiendo Hontanas porque tiene piscina pública.
  • A los que les gusta disfrutar del arte, les recomiendo Hornillos porque, de este modo, al día siguiente la lógica impone dormir en Castrojeriz, que tiene mucho para ver. En cambio, como Hontanas está a unos 9 km de Castrojeriz, si se quiere ver a conciencia este pueblo, hay que esperar un buen rato para que abran sus iglesias y puede hacerse muy tarde. 


La salida de Burgos es muy agradable, junto al Arlanzón y, dependiendo del albergue en el que se haya dormido, las flechas amarillas hacen seguir una ruta por la que se puede disfrutar de algunos arcos y restos de las murallas que tuvo la ciudad.


El paisaje de la etapa, en mi opinión, no es bonito –al menos en verano, quizás lo sea en primavera– siendo lo menos monótono el lugar en el que cruzamos por última vez el Arlanzón. El primer pueblo de la etapa es Tardajos, que tiene un curioso mapa del Camino hecho en granito y una iglesia gótica que guarda un interesante retablo barroco.



Dos kilómetros después, por una carretera local que cruza el río Urbel, llegamos a Rabé de las Calzadas, un bonito pueblo con sabor medieval que, pese a su pequeño tamaño, tiene un museo de arte contemporáneo. Hace muchos años, antes de que se hiciese esta carretera, el río tendía a desbordarse, lo que convertía ese tramo en un lodazal, motivo por el cual se decía: “De Rabé a Tardajos, no te faltarán trabajos. De Tardajos a Rabé, ¡Libéranos Dómine!”.




De aquí se sigue por una pista agrícola entre cultivos, sin sombra y en ligero ascenso, hasta que se llega a una cuesta abajo conocida como Matamulas, desde la que se divisa la meta.

Hornillos es un bonito pueblo-calle con casas de mampostería que llegó a tener hospital para peregrinos y que también tiene historia contemporánea porque tuvo la primera hospitalera voluntaria. En efecto, en 1989, una joven peregrina catalana llamada Lourdes Lluch, al volver de Compostela alquiló una casa en Hornillos para alojar a peregrinos. En la actualidad, ella y su marido tienen un albergue de acogida cristiana en Frómista  que solo abre en invierno, cuando cierran los demás.




Saludos cordiales y buen Camino,

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