Saliendo de Hornillos el paisaje
es bastante árido (al menos en verano) y lo más llamativo son los carteles
anunciando la cercanía a Hontanas, que parecen una broma porque no hay ni
rastro del pueblo, que aparece de repente como una maravillosa visión.
Hontanas es una bonita aldea rústica y que tiene piscina. El nombre
del pueblo deriva de la palabra fontanas (fuentes), motivo por el cual recomiendo
beber de la
fuente de saludable agua de la que siempre han bebido sus habitantes.
Entre Hontanas y Castrojeriz hay
unos 9 km. Los primeros se hacen a campo través, pero hay un momento en el que
hay que ir por una carretera local de escaso tráfico y que, afortunadamente,
tiene árboles que dan algo de sombra.
Pocos kilómetros antes de
Castrojeriz, pasamos por las ruinas del Convento
gótico de San Antón, que hoy acoge un albergue de peregrinos. Sus monjes curaban el fuego de San Antón, una
enfermedad cutánea de algunos peregrinos del norte de Europa. Esa curación
tiene una sencilla explicación científica: esa enfermedad se debía a un hongo
del pan de centeno y, el remedio milagroso, era pan de trigo.
Castrojeriz es un pueblo de menos de mil habitantes y de forma
alargada, con una calle de casi 2 km -la más larga del Camino Francés-, lo que obliga a andar bastante a los
amantes del arte. Fue fundada en 974 en el lugar en el que estuvo el Castrum Sigerici, un antiguo castro
celta. Al acercarnos, vemos que cerca de él hay un monte con un castillo en
ruinas, en el que estuvo encerrada y fue asesinada Dña. Leonor de Castilla, tía
de Pedro I de Castilla.
Una vez instalados, ningún amante
del arte que se precie debe dejar de ver el interior de sus iglesias. Mencionaré
primero la antigua colegiata de Nuestra Señora del Manzano, que acoge un pequeño
museo de arte sacro, aunque, en mi opinión, sin negar valor a las piezas del
museo, son tres las grandes joyas que tiene esa iglesia:
- El gran rosetón, con vidrieras de los doce apóstoles.
- La estatua gótica de la Virgen, a la que Alfonso X dedicó cuatro de sus Cantigas, en las que se narra milagros de la Virgen en favor de obreros que habían sufrido accidentes laborales en la construcción de esta iglesia.
- El retablo mayor, con cinco preciosos cuadros con escenas marianas. El cuadro central, que ofrece una espectacular Anunciación, mucho más bonita al natural que en la mejor foto posible, es obra de Antón Rafael Mengs, en opinión de muchos el mejor pintor del s. XVIII.
En el centro del pueblo está la
iglesia de Santo Domingo, en la que ya no se celebra culto y que alberga un
centro de interpretación de la comarca, en la que también hay pueblos que
conviene visitar.
En el otro extremo tenemos la
iglesia de San Juan Bautista, una mole austera que parece más una fortaleza que
un templo y a los que, entre otros,
metió mano el gran arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón.
Su interior no tiene desperdicio
y podemos disfrutar de su hermoso claustro gótico con artesonado mudéjar, de
pinturas murales, de grandes columnas y hermosas bóvedas, de 6 tapices
flamencos a cuál mejor sobre las artes liberales y de un magnífico políptico de
Brujas, además de cuadros, escultura y orfebrería.
En cuanto a la arquitectura
civil, sin perjuicio de lo que os recomienden en la Oficina de Turismo, también
hay que ver la Plaza Mayor –curiosa por su forma alargada–, la casa-palacio de
los Gutiérrez y Varona y pasear por lo que queda de su muralla. Para los amigos
de los museos, tiene un museo etnográfico y el Hospital del Alma, una buena
muestra de hospitalidad jacobea.
La ejecutada por Pedro I en Castrojeriz no fue Blanca de Navarra sino Leonor de Castilla, reina consorte de Aragón por su matrimonio con Alfonso IV de Aragón e hija primogénita del rey Fernando IV de Castilla y León.
ResponderEliminarAgradezco la corrección y procedo a cambiarlo.
ResponderEliminarUn saludo cordial,